(Viene de la entrada anterior)
Tras finalizar un primer ciclo en la trayectoria del personaje, Van Hamme hace con los dos siguientes álbumes una pausa antes de iniciar la gran saga de “El País Qa”. Pero eso no significa ni mucho menos que estas entregas intermedias sean prescindibles. Al contrario: la primera va a aportar grandes revelaciones sobre el pasado de Thorgal, confirmando y ampliando aspectos anteriormente sugeridos; y el segundo, va a situar a Aaricia y Jolan como grandes personajes con entidad propia.
“El Hijo de las Estrellas” (1984) es un álbum particular por cuanto rompe con la tónica ya

En “El Drakkar Perdido” (10 páginas), extraviados en el mar durante una expedición, los vikingos del rey Leif Haraldson se enfrentan a una tormenta que parece que va a terminar hundiendo el barco. La tensión hace que Gandalf el Loco encabece un motín y a punto esté de sacrificar a su líder cuando la galerna amaina justo cuando avistan la luz de una extraña cápsula entre las olas. Al llegar a tierra sanos y salvos, encuentran el artefacto, lo abren y descubren a un bebé llorando al que

En “El Metal Que no Existía” (20 páginas) nos encontramos a un Thorgal niño que, sintiéndose diferente al resto de muchachos de la aldea, se siente solo. Un día, mientras sueña despierto junto al mar, le sale al paso un enanito, Tjahzi, que le pide su colgante, hecho de una pieza de la cápsula en la que fue encontrado. Tjahzi lleva mucho tiempo recorriendo el mundo tratando de hallar algo imposible, un metal que no existe, para aplacar a la serpiente Nidhogg y que ésta permita a su pueblo conservar sus nombres. Thorgal, héroe desde la cuna, le ofrecerá su ayuda desinteresada.
Un Thorgal ya preadolescente es el que encontramos en “El Talismán” (15 páginas). Sometido a burlas por parte de los otros muchachos, que lo insultan llamándolo bastardo por su pelo oscuro y su carácter melancólico y pacifista, Thorgal quiere saber más de sus orígenes y para ello emprende viaje a una región de características peculiares en cuyo centro se encuentra una gran escalinata de piedra. Allí espera conocer a un dios que podrá responder a sus preguntas. Y, efectivamente, en la cúspide del montículo le espera un anciano, Xargos, que

En “Alinoe” (1985) nos encontramos con la familia Aegirson, Thorgal, Aaricia y Jolan, junto al fiel perro Muff, viviendo solos en una isla no lejos de la costa. Al aproximarse el invierno, Thorgal parte al continente para comprar provisiones y ropa mientras que Aaricia se queda sola con Jolan. Una noche, el niño se lamenta por estar solo, sin hermanos ni amigos. El consuelo que trata de brindarle su madre es a todas luces insuficiente.

Tras haber clarificado considerablemente el pasado del héroe protagonista en el álbum anterior, Van Hamme elige dar un nuevo giro y no explotar esas revelaciones en una nueva historia, al menos por el momento. Es más, en esta ocasión, Thorgal está ausente casi por completo (sólo aparece al principio y al final). Hasta “Alinoe”, el personaje de Aaricia había estado limitado al papel de novia, esposa y madre; un objeto de deseo para terceros que la secuestraban o ponían peligro, haciendo que Thorgal tuviera que rescatarla. Afortunadamente,
Este álbum, con referencias a la película de “El Pueblo de los Malditos” (1960), es un thriller ejemplar, pleno de angustioso suspense y desarrollado con mano maestra por Van Hamme. El establecimiento de la situación, el aumento gradual de la tensión, la intrusión de lo fantástico en lo cotidiano, la claustrofobia que acaba por permear la historia y el hecho de que nunca se llegue a explicar del todo la aparición de Alinoe (¿es una materialización de los deseos más oscuros de Jolan? ¿un espejismo? ¿una criatura inmaterial que ya vivía en la isla y que cobra cuerpo a través del misterioso brazalete que encuentra Jolan?) hacen que toda la intriga resulte tremendamente intensa.
En cuanto al trabajo de Rosinski en estos dos álbumes de transición, solo puede calificarse de sobresaliente, empezando por las magníficas portadas: la una enfatizando la melancolía y espíritu etéreo de la infancia de Thorgal; la otra, transmitiendo misterio y terror gracias a una composición muy acertada. Rosinski lo hace todo bien: representa con realismo la furia desatada de los elementos que azota el barco de los vikingos; pero también los mundos

Dibujar niños en un comic con un estilo realista es siempre un desafío, pero el artista polaco lo asume y culmina con total éxito, consiguiendo retratar tanto a Thorgal como a Jolan con absoluta verosimilitud. Igualmente, a la hora de representar a Aaricia, lo hace sin exagerar innecesariamente su feminidad, dibujándola en posturas creibles y cotidianas y jugando sobre su cuerpo y rostro con las sombras y las luces en un meticuloso trabajo de iluminación que resalta sus emociones de acuerdo al tono de la escena. Y, de nuevo, demuestra su talento a la hora de dotar de ambiente a cada historia sirviéndose de los decorados naturales, como los colores otoñales de la isla en “Alinoe” o los mundos fantásticos que recorren Thorgal y Tjahzi en “El Metal que no Existía”.
En resumen, el tipo de historias y el tono de estos dos álbumes los situán un poco al margen de
“Los Arqueros” (1985), es el noveno álbum de la serie y con él empieza el llamado Ciclo de Qâ.
Dos aventureros, la hermosa Kriss de Valnor y su compinche Sigwald, roban de una aldea su piedra de sangre, un gran rubí sagrado, y huyen bajo las amenazas del chamán. En otro lugar, Thorgal está pescando cuando le sorprende una tormenta y mientras trata de sobrevivir al oleaje, su bote es arrollado por una embarcación mayor cuyo ocupante, el joven Tjall, lo salva y lo lleva a la casa de su tío, el maestro armero Arghun Pie de Árbol, especializado en arcos y flechas. Hasta allí llegan también Kriss y Sigwald para comprar armas, demostrándose todos ellos mutuamente su talento con el arco.
Una vez se han ido sus clientes, Arghun le propone a Thorgal que le acompañe a él y a Tjall a
Sin duda, la principal aportación de este álbum es la creación de Kriss de Valnor. Se le atribuye a Hitchcock aquella frase de “cuanto mejor el villano, mejor la película” y este es un buen ejemplo de lo certera que es esa afirmación. Desde la primera escena, la primera página,
Esta especie de reverso oscuro del propio Thorgal y opuesto físico y espiritual de la otra gran mujer en la vida del protagonista, Aaricia, es un personaje brillante que ocupará un lugar central en la saga de “El País Qâ” y que, después de su conclusión, seguirá apareciendo de vez en cuando en la colección hasta protagonizar su propia serie derivada a partir de 2010.
Kriss es sólo uno más de los elementos que hacen de este álbum una obra, quizá no
(Continúa en la siguiente entrada)
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