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Aunque entonces nadie se diera cuenta de ello, los años de grandeza de la colección comenzaron con el número 44 (nov.1965), momento en el que arranca la Saga de los Inhumanos. De hecho, ni siquiera está claro si los propios Lee o Kirby fueron conscientes de la importancia de lo que estaban creando. Por ejemplo, aunque resultó una buena idea revelar que Madame Medusa, la miembro femenina de los Cuatro Terribles, pertenecía en realidad a una civilización secreta de seres superpoderosos, la personalidad –y aspecto- de Gorgon, que está persiguiendo a Medusa para llevarla a la fuerza de regreso a Attilan (el refugio donde se oculta su pueblo) encajaría mal con la coyuntura política de ese lugar tal y como se describiría unos números más adelante.
Por otra parte, a primera vista Gorgon parece un error de cálculo. Llegado a las páginas de los

El problema residía probablemente en la relación de trabajo que tenían Lee y Kirby. En los primeros años, el primero había escrito guiones completos, incluyendo un resumen del argumento, el guión detallado página a página y quizá incluso orientaciones concretas sobre el diseño gráfico. Pero a medida que pasaba el tiempo y Marvel crecía, esa dinámica cambió, otorgándole a Kirby más control sobre las historias. Fue, como ya hemos descrito, el nacimiento del llamado “Método Marvel”, en el que Lee escribía una sinopsis normalmente poco detallada, a veces incluso mediante una llamada telefónica, permitiendo a Kirby llenar los posibles huecos, para luego escribir el texto sobre las páginas ya terminadas de aquél. Más tarde, quizá alrededor de este número, las directrices de Lee se harían aún más difusas y breves. El resultado fue una estructura argumental muy débil a la que a Kirby le costaba más y más trabajo dar consistencia. De este modo, historias que en los años de

Lejos de intentar cambiar las cosas y quitarle atribuciones a Kirby, Lee, viendo que el acuerdo creativo implícito al que habían llegado no estropeaba el desarrollo general de la colección, adoptó ese estilo al suyo propio, escribiendo épicas en varios episodios para otros artistas de la casa en colecciones como “Daredevil” o “Amazing Spiderman”. En cualquier caso, aquella costumbre de alargar los argumentos data del nº 38 (en el que los Cuatro Terribles derrotaban a los héroes, éstos perdían sus poderes en el 39, la Cosa abandonaba el equipo y era reclutado por los villanos en el 41 y ambos conjuntos se veían las caras en el 43. Con la huida de Medusa de la persecución de Gorgon y su aparición en el 44, la saga de los Inhumanos se prolongaría y fundiría con la Trilogía de Galactus en el 48-50, con un epílogo en el 51 antes de que la colección comenzara su siguiente ciclo.
El número 44 fue también el punto a partir del cual el dibujo de Kirby empezó a irradiar una

Su talento había madurado hasta un punto en el que era capaz de expresar en dibujos la increíble maravilla de sus visiones. Sus páginas eran una explosión de líneas y volúmenes; sus figuras ganaron nuevas simetrías y solidez, se hicieron más dinámicas y fluidas, ya fuera en acción o en reposo, se recreaba en las perspectivas y empujaba a sus personajes al primer plano, haciéndoles casi saltar fuera de la viñeta. Sus dioses y héroes aparecían ataviados con trajes recargados y ostentosos y sus fondos y paisajes urbanos fueron haciéndose más y más densos. Las escenas ambientadas en el espacio exterior

En absoluto ajeno a este salto hacia delante fue el cambio de entintador. Joe Sinnott a partir del número 45, el nuevo –y durante mucho tiempo- entintador de los Cuatro Fantásticos, era un maestro en su especialidad que se enorgullecía del esfuerzo y la meticulosidad que volcaba en su trabajo. Años después recordaría ciertas planchas de esta colección en las que invirtió tanto tiempo y trabajo que le hicieron perder dinero.
El estilo de Sinnott, muy personal y elegante, demostró ser el complemento perfecto para este mundo de ciencia ficción trepidante. Sinnott había comenzado su carrera como dibujante, aprendiendo el oficio en la Cartoonists and Illustrators

Sinnott tenía una línea elegante y al tiempo enérgica que representaba perfectamente el estilo naturalista que había dominado los comics en los cincuenta y sesenta. La unión de Kirby y Sinnott fusionó la elegancia del estilo DC con el dinamismo de Marvel, estableciendo las bases estilísticas de toda la compañía. De hecho, la belleza del dibujo de artistas como Sinnott o John Romita no tardó en ser tan importante como la energía y pulso narrativo de Kirby a la hora de conseguir trabajo en Marvel por parte de los jóvenes dibujantes.
Sin abandonar el apartado artístico, debe subrayarse la contribución de Stan Lee al respecto, a menudo pasada por alto. No en vano era también el director artístico de la compañía. Para alguien que no dibujaba, Lee tenía un talento nato para comprender la importancia y el funcionamiento del arte del comic. Sus elecciones de equipos artísticos y las revisiones y anotaciones que realizaba a menudo aportaban mejoras significativas. Lee también tenía un don para elegir las portadas

Ya estaban juntos todos los elementos de la gran etapa de los Cuatro Fantásticos: los melodramáticos pero humanistas guiones de Lee y el sentido narrativo y la grandiosidad gráfica de Kirby y Sinnott. Había llegado el clímax de la Edad de Plata marvelita.
Tras la frenética acción de los anteriores números, las cosas se complican en el 45 (diciembre 1965). ¿Recordáis que Gorgon parecía un villano que trataba de capturar a Medusa? Pues bien, resulta que todo lo que quería era devolverla a los brazos de su familia, que, a su vez, se escondía de alguien llamado El Buscador. El Buscador es un agente del loco Máximus, quien se ha apoderado del trono de Attilan, hogar de los Inhumanos, cuyo legítimo monarca es en realidad Rayo Negro. Destronado, él y sus familiares más cercanos han huido al mundo exterior de los humanos.
Todo esto sería revelado en los dos siguientes episodios, pero mientras tanto, Lee y Kirby no

Una de esas coincidencias tan frecuentes en los comic-books, hace que Johnny se cruce con una misteriosa chica con extraños poderes elementales que lo toma por uno de los Inhumanos. Resulta que ella es miembro de la familia real y se lo presenta a sus parientes: Medusa (su hermana), Gorgon, Karnak, Triton (sus primos) y Mandíbulas (su perro). Naturalmente, Medusa (aparentemente sin rencores por haber sido reintegrada al grupo del que tan desesperadamente trataba de huir en el episodio anterior), lo reconoce. Al huir, la Antorcha

De Medusa ya hablamos anteriormente. Su perseguidor, el barbudo y misterioso Gorgon, con su diadema, orejas puntiagudas, piernas musculosas y pezuñas en lugar de pies, se asemejaba a un sátiro alimentado con esteroides. Estoico y tranquilo, el vacío emocional de Gorgon fue una decisión creativa inteligente, ya que si hubiera sido retratado como un hedonista extrovertido habría resultado una burda referencia al dios griego Dionisio. Pero la prometedora aparición de Gorgon en el número 44 no había durado mucho. Este misántropo enmascarado resultó tener poco potencial y no tardó en diluirse en el grueso de la familia real. A diferencia de Mdeusa, cuyo exuberante cabello proporcionaba muchas posibilidades, Gorgon era básicamente un pony pateador. Sí, sus patadas podían causar una destrucción devastadora, pero ¿hasta dónde podía llegar Jack Kirby con eso?
Crystal representaba la Madre Naturaleza, pero su forma era la de una tormentosa y

Crystal era la ciudadana de Attilan más partidaria al aperturismo. Quizá debido a su inocencia juvenil, no compartía la desconfianza casi paranoica de su familia hacia la raza humana. Es esa falta de prejuicios lo que la lleva a enamorarse de Johnny Storm. La posterior separación de su amado le dio al romance entre ambos un sabor a lo Romeo y Julieta. Más adelante en la colección, Crystal sería también el primer personaje de Marvel en romper la exclusividad de los Cuatro Fantásticos, ya que sustituyó a Sue Storm durante su maternidad. La turbulenta adolescente demostró ser una heroína emocional pero testaruda cuya naturaleza en general tranquila podía explotar en furia tumultuosa cuando alguien querido por ella se veía amenazado.
La idea de un individuo de talla diminuta que pudiera vencer a oponentes mucho más grandes y numerosos era una idea ya bastante común para

Tritón, el inhumano acuático cubierto de escamas, recibió su nombre del mítico hijo de Neptuno y no fue el primer personaje de estas características. Sub-Mariner había aparecido en 1939 y en un raro caso de “plagio” por parte de DC (solía ocurrir al revés), ésta creó a Aquaman. Lo que hacía único a Tritón y lo diferenciaba del elegante

Por último, Rayo Negro, la encarnación silente de la nobleza en su vertiente más trágica. Cuantos superhéroes tienen un poder tan grande que no atreven a utilizarlo? Era la clase de idea que hizo a Lee y Kirby el mejor equipo creativo que hubiera surgido en los comic-books. Se ha especulado con que el silencio de Rayo Negro fuera una idea exclusiva de Kirby, quizá como una referencia malintencionada a la verborrea de Lee. Y en honor a este último, hay que decir que resistió la tentación de utilizar

Por desgracia, en lo que se refiere a las personalidades de los Inhumanos, éstos fueron el gran fracaso de Lee. Los miembros de la familia real de Attilan eran prácticamente intercambiables, la misma persona y forma de hablar. Eran orgullosos, carecían de sentido del humor y apenas tenían rasgos distintivos. Con la obvia excepción del mudo Rayo Negro, sus discusiones en grupo parecían la conversación de alguien consigo mismo.
Habiendo resuelto el triángulo amoroso Reed-Sue-Namor, Lee y Kirby necesitan otro drama romántico. Aficionados ambos a la literatura clásica, retomaron la historia de Romeo y Julieta y convirtieron a Montescos y Capuletos en Los Cuatro Fantásticos e Inhumanos, mientras que a Johnny y Crystal les correspondió el papel de jóvenes enamorados. Ante la pasión de la Antorcha por la Inhumana, su antiguo amor, Dorrie Evans, se sumergió silenciosamente en la oscuridad.
La aventura continúa en el número siguiente, el 46 (enero 1966), “Los Que Buscan

Capturados más tarde junto a Tritón por el Buscador, los 4F se enteran de que el origen de los Inhumanos se remonta miles de años atrás en el pasado de la Tierra. En su día, fueron humanos normales, pero sufrieron una manipulación genética que les dotó de poderes especiales. Estos poderes les protegieron de los más primitivos pero también más numerosos humanos, que los temían por su superior civilización. Decidieron retirarse a una ciudad escondida en los

Algunas de las paradojas y contradicciones más chirriantes de esta etapa se tejerían entre este número y el siguiente. En los números 45 y 46, Medusa y la Familia Real están huyendo aterrorizados del Buscador; en el siguiente episodio, Rayo Negro usurpa el trono de su hermano Máximus por el sencillo procedimiento de quitarle la corona. Si eso es todo lo que hacía falta, ¿para qué huir del Gran Refugio?
Pero esas observaciones llegarían más adelante, con la perspectiva del tiempo. En 1966, el efecto que causó aquel número 46 fue de asombro general entre los aficionados. El dibujo de Kirby/Sinnot exudaba poder y elegancia, atrayendo al lector a una intriga de corte shakesperiano con civilizaciones secretas, jóvenes amantes y una raza superpoderosa que se escondía del mundo.
(Continúa en la siguiente entrada)
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