A comienzos de los noventa, la renovación del Universo DC estaba prácticamente completada. Sin embargo, su vertiente "mágica", de la que participaban no pocos personajes, aún estaba por definir como parte de una especie de mundo "oculto”, escondido a los ojos del resto de habitantes de ese universo. La intención inicial consistía en editar un libro ilustrado escrito por J.M.DeMatteis y embellecido por, entre otros, Jon J.Muth, Kent Williams y Dave McKean. Sin embargo, el proyecto se canceló ante el abandono de sus intervinientes y fue sustituido por una miniserie de cuatro números en formato prestigio guionizada por Neil Gaiman, entonces ya un autor en alza.
Gaiman creó un nuevo personaje que serviría de nexo de unión con el lector en lo que sería un

En el primer libro, "El laberinto invisible", dibujado por John Bolton, el Fantasma Desconocido lleva a Tim a un viaje al pasado en el que descubrirá el nacimiento y la evolución de la magia en el Universo DC así como la cosmología que rige en él. El segundo, "El mundo de las sombras", con arte de Scott Hampton, se centra en el presente de la magia y tiene como guía al cínico John Constantine. En "La Tierra del

En el transcurso de su aventura iniciática, Tim pasará de su escepticismo inicial a la comprensión del poder, el alcance y los peligros de una magia que nada tiene de ilusoria. Deberá evitar los peligros derivados de su nueva condición y de la ignorancia de las peculiares características de los mundos a los que viaja. Y, por fin, tras semejante peripecia, su rutinaria existencia de adolescente queda truncada por la trascendental decisión que debe tomar: optar por el camino de la magia o permanecer en el ahora gris mundo de los humanos incrédulos; y si elige el primero, ¿qué uso le dará al poder que acumulará? ¿Se convertirá en un adalid del bien o un agente del mal?
No se puede decir que estemos ante una auténtica narración unitaria, con la estructura clásica de
Sin embargo, ninguno de estos personajes recibe un mínimo tratamiento, limitándose a servir de motor que impulse a la historia hacia delante Sencillamente, no hay tiempo suficiente para ocuparse de todos ellos y, después de todo, la intención de la miniserie nunca fue su caracterización y evolución. Todo transcurre a gran velocidad, sin apenas solución de continuidad y sin que exista una conexión clara entre una
Puede que la elección de un dibujante diferente para cada número difumine la unidad estética de la serie, pero a cambio se consigue que cada mundo y cada tiempo (el pasado, el presente, el alternativo y el futuro) obtengan texturas gráficas bien diferenciadas. El color, el grado de detalle, el trazo y las composiciones propias de cada autor hace que la transición de mundo a mundo resulte una experiencia sensorial -para Tim y para el lector- completamente diferente. Mientras que el estilo naturalista y de colores envejecidos de John Bolton resulta ideal para plasmar el pasado, los alegres tonos pastel y el trazo delicado de Charles Vess se ajustan perfectamente a la atmósfera irreal de las tierras de las Hadas. Scott Hampton le da a los recovecos del mundo mágico actual un tono oscuro, incluso amenazador; mientras que Paul Johnson aplica un grado crecientemente expresionista a su pincel conforme se adentra más y más en el futuro.
La obra es en conjunto algo dispersa, pero la calidad de su guión y la belleza de su dibujo la
"Los Libros de la Magia" los disfrutarán especialmente aquellos aficionados a la vertiente más "mística" del Universo DC y, por supuesto, los seguidores de la obra de Gaiman. Pero también aquellos dispuestos a dejarse seducir por un dibujo de una calidad poco habitual en el mundo de los superhéroes y una historia sugerente, intrigante, inteligente y hasta erudita.
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