11 ago 2020

1995- PRIVADO – Alfonso Font


Ya lo he dicho muchas veces en este blog. Alfonso Font es uno de nuestros autores más sólidos y versátiles y su contribución al comic patrio no ha sido nunca suficientemente reconocida. Profesional impecable, durante décadas ha realizado comics de todo tipo y género, siempre con una factura gráfica y narrativa irreprochable: el costumbrismo, la ciencia ficción, el thriller, el humor el western, la aventura, la Historia... "Privado", un álbum que compilaba cinco historias previamente publicadas en “Cimoc”, fue su incursión en el género negro más tradicional, el del detective privado.



"El Blues del Adiós" nos cuenta las últimas horas del detective Palulian tras recibir la noticia de que su vida de excesos ha condenado su hígado, dejándole una esperanza de vida de tan solo unas cuentas semanas. Decidido a no fenecer intubado en un hospital, concibe rápidamente un plan para dejar atados sus asuntos y, de paso que hace lo correcto, se ahorra futuros sufrimientos.

En "Bajo Cero", el investigador privado John Lyotta decide pasarse "al otro lado" y utilizar sus conocimientos y experiencia para cometer el crimen perfecto: asesinar a su conservadora mujer que no quiere concederle el divorcio y disfrutar así libremente de su joven amante. Pero cuando cree que su elaborado plan ha dado resultado, se da cuenta de que había un eslabón débil con el que no había contado. "Abismo" es una historia ambigua, con un pie en la realidad y otro en el delirio, aunque, en mi opinión, la trama -un detective que acepta el encargo de un jefe de la mafia china para proteger a su hijo, que resulta ser un peligroso depravado sexual- no sea del todo satisfactoria.

"El Precio del Silencio" remite a una famosa película de John Sturges, "Conspiración de Silencio" (1955), protagonizada por Spencer Tracy. Un detective llega a un pueblo minero de México buscando a un individuo que parece haberse esfumado sin explicación alguna. Inmediatamente se da cuenta de que la gente de la tranquila localidad, que vive con un lujo imposible, sabe y oculta algo. Una historia con doble giro y final sorpresa. Y "The Last Chance" versa sobre el descenso a los infiernos de un detective adicto al juego y endeudado con quien no debería.

Un elemento común en todas estas historias es el funesto destino que aguarda a todos los detectives: el suicidio, la cárcel, la muerte, la ruina... Consecuencias no sólo de las peligrosas vidas que llevan y la catadura moral de la gente con la que tratan sino de algo más difuso, una especie de halo trágico, de personalidad autodestructiva que, como polillas a una bombilla, les atrae hacia su perdición, ya sea a través de la bebida, una mujer, el juego o el dinero. Quizá con la excepción del detective de la primera historia -que se sale con la suya aunque no evite su muerte, cocinada a fuego lento por él mismo durante décadas-, el
resto de protagonistas son menos listos de lo que ellos mismos se creen, lo que les lleva a morder más de lo que pueden masticar.

En definitiva, los protagonistas de estos relatos se ajustan a ese estereotipo del género de tipos perdedores y, en el mejor de los casos, moralmente ambiguos. Pero a diferencia de esos mismos clichés del género, estos detectives no son héroes, ni siquiera antihéroes. Ni salvan a nadie -ni siquiera a ellos mismos- ni hacen ninguna buena obra (de nuevo, con la excepción de Palulian, y eso sólo porque está en las puertas de la muerte). Es más, uno de ellos es un asesino, otro trabaja para la mafia y un tercero, ludópata, arrastra en su caída a su propia hermana. Son, en definitiva, individuos nefastos que van mucho más allá del cinismo ingenioso y el personal código de honor de Sam Spade, Philip Marlowe o Mike Hammer.

Además del detective privado, claro, hay otros elementos que remiten directamente a la vertiente más clásica del género tanto en su vertiente literaria como cinematográfica. Tenemos, claro, la narración en primera persona y los diálogos directos; el investigador desgastado física y
moralmente tras años de trabajos turbios y un difícil equilibrio en las zonas más grises de la sociedad; la mujer fatal como motor para el descenso a los infiernos del protagonista y su eventual perdición; las mafias, las apuestas y los submundos criminales; un ambiente general de corrupción, codicia y maquinaciones...

En esta ocasión, Font utiliza una línea más gruesa y una paleta de colores más apagados, en sintonía con el género que aborda. En lo demás, sigue siendo un maestro de la narrativa e, independientemente de que su estilo gráfico guste más o menos, no se le puede poner absolutamente ninguna pega. La ambientación de las calles norteamericanas y sus gentes (en un marco temporal que parece estar entre los cincuenta y los setenta), el tempo narrativo, el diseño de personajes, el lenguaje facial y corporal, la composición de viñeta, la claridad a la hora de desarrollar escenas, el uso de la luz y la perspectiva... tienen una factura impecable.

Como en el mejor material de género negro, “Privado” nos propone una exploración de la vertiente más oscura del género humano a través de unas historias dominadas por el crimen, la mentira, la traición, la muerte y la autodestrucción. Recomendado para todos aquellos amantes del género. Quizá no encuentren nada completamente nuevo u original, pero sí una muy entretenida y excelente reformulación de los estereotipos propios de estas ficciones.

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