27 may 2018

1987 – EL HOMBRE DESEADO / PRETTY BABY – Ralf König


La obra de Ralf König es al mismo tiempo amena, ligera y desprejuiciada. Sus historias se apoyan sobre todo en el humor de situación y en los hilarantes diálogos. Pero tras esa pantalla cómica, el autor toca temas importantes como la aceptación de las diferencias, las relaciones entre hombres y mujeres, los problemas sexuales y emocionales en las relaciones homo u hetero, el SIDA, la crisis de la mediana edad, la inseguridad sentimental… Él mismo ha declarado que su obra está compuesta de un tercio de autobiografía, un tercio de testimonios recogidos de amigos y conocidos y un tercio de pura invención.



“El Hombre Deseado” supuso el salto de Kónig del comic underground destinado casi exclusivamente a la comunidad homosexual hasta un nivel mainstream al que podía acceder un público más amplio independientemente de su orientación sexual. Para ello, obviamente, hubo de rebajar el nivel de sexo explícito de, por ejemplo, su obra anterior, “El Condón Asesino” (1987); y también salir del microcosmos homosexual para dar peso a personajes ajenos al mismo. Pero esas “concesiones” no significaron ni mucho menos traicionar lo que desde el principio había ido conformándose como el núcleo central de su obra: las relaciones entre homosexuales, de éstos con el mundo heterosexual y la intolerancia –muchas veces mutua- entre ambas comunidades.

En casi todos sus comics, König deja clara su predilección por los hombres velludos, musculosos y activos de tipo Mediterráneo, mientras que desprecia a los franceses o alemanes por considerarlos respectivamente poco atractivos o demasiado sofisticados. Y muy de su gusto es por tanto Axel, uno de los protagonistas de “El Hombre Deseado”: varonil, peludo, de mandíbula
cuadrada y barba de tres días. El pobre Axel comienza la historia con un falso intento de suicidio. Es un tipo chapado a la antigua que se siente confuso en un mundo en el que las mujeres cada vez están más emancipadas de sus compañeros varones. Acude a un grupo de terapia de hombres heterosexuales tan despistados como él, pero allí no encuentra consuelo del abandono que ha sufrido por parte de su novia Doro, harta de sus celos compulsivos.

Es para llamar la atención de Doro y forzar su regreso que Axel monta el engaño del suicidio,
pero ella pronto le toma la medida y se confirma en su decisión de separarse de él. Es entonces cuando a través del grupo de terapia conoce a Walter, un homosexual descarado que se encapricha de él y lo lleva a una fiesta gay donde a su vez conocerá a Norbert, un tipo sensible que se enamorará de Axel y le dará cobijo provisional en su casa. El contacto de Axel con estos miembros de la comunidad gay le harán dudar de su identidad sexual, pero también le prestarán apoyo y le servirán de confidentes hasta que encuentre la forma de enderezar su propia vida.

“El Hombre Deseado” es un comic que se ríe tanto de los heterosexuales como de los homosexuales, pero con un humor que consigue mantenerse simpático sin perder espíritu corrosivo. Quizá si estos comics hubieran venido firmados por un autor heterosexual le habrían llovido palos por la forma que tiene de retratar a los homosexuales: Walter, Norbert y Paquito son unas reinonas feas y ridículas que viven aislados en su propia colectividad afín y que tienen tantos prejuicios hacia los heterosexuales como éstos hacia ellos.
Son chismosos, se preocupan por minucias y viven el sexo y las relaciones de una forma superficial. Pero siendo el propio König un homosexual que nunca ha ocultado su condición, nadie ha podido o se ha atrevido a acusarle de homófobo. Los heterosexuales tampoco salen bien parados aquí. Axel es un tipo inseguro y obtuso y los tipos con los que se reúne en el grupo de terapia son todavía más patéticos que él, tratando de dilucidar si sus fantasías les convierten en homosexuales o no. Incluso Doro, que al principio aparece retratada como una mujer decidida y con carácter, acaba sucumbiendo a sus hormonas femeninas y, cuando se entera de que está embarazada, olvida su buen sentido se echa en brazos del idiota de Axel.

“El Hombre Deseado” tuvo un éxito muy considerable, lo cual demostró el acierto del planteamiento de König a la hora de llegar a un público más amplio. Tanto es así que la historia fue trasladada a la gran pantalla en 1994 en forma de comedia ligera mucho menos memorable que el cómic, quizá porque el dibujo de König y su talento narrativo tenían una fuerza visual de la que carecía el director alemán Sönke Wortmann. König tiene un trazo minimalista que recuerda mucho al de Claire Bretécher, de línea caricaturesca y feísta. Su dibujo se apoya casi
exclusivamente en el dibujo de figuras –los fondos son meros bosquejos para situar la acción- y la perfecta medición del tempo narrativo a la hora de engarzar los diálogos, las frases, contrarréplicas y entradas y salidas de personajes.

Gracias al éxito de “El Hombre Deseado” y teniendo más historias que contar de su elenco de personajes, König publica en 1988 “Pretty Baby”, continuación directa del anterior álbum. Axel y Doro se encuentran en su noveno mes de embarazo pero, como era de esperar, las cosas no van bien. Ella no ha olvidado los devaneos gays de él con Norbert y se lo recrimina con tanta frecuencia como acidez; por su parte, Axel, agobiado por el embarazo pero también dominado por sus hormonas, organiza un encuentro sexual con una liberada exnovia, Elke. En su plan para consumar la infidelidad, involucra al pobre Norbert, que entretanto se encuentra atrapado en una insatisfactoria relación: él, vegetariano y sensible, amante del cine de Visconti, soporta por razones que no comprende a un tipo grosero que trabaja de carnicero y come hamburguesas, al que le encanta Stallone y el gore y que se chifla por el fútbol. Quizá en
un intento de mejorar su autoestima, se apunta a un gimnasio, lo cual dará lugar, como es previsible, a un pasaje hilarante.

“Pretty Baby” es una excelente continuación de las vidas de los personajes presentados en “El Hombre Deseado” y, de hecho, tiene escenas todavía más graciosas que en la primera, como la mencionada del gimnasio; la escapada al cine de Norbert, su novio y Walter; el frustrado y alucinatorio encuentro sexual de Axel y Elke; o la pareja de vecinos que escuchan atentamente las discusiones y desfogues de Axel y Doro. De nuevo encontramos aquí esa narración ágil y esa comedia de situación deudora del cine clásico, llena de equívocos, engaños, infidelidades y diálogos chispeantes en la que se mezcla lo absurdo, lo agridulce y las certeras reflexiones sobre el comportamiento humano, individual y social.


“El Hombre Deseado” y “Pretty Baby” son dos comics que pueden leer, entender y disfrutar todo tipo de lectores adultos independientemente de su orientación sexual. Hoy, la comunidad gay goza de mucha más proyección social y presencia en los medios que en los ochenta, cuando estas obras fueron publicadas por primera vez, pero no han perdido validez y sus temas, personajes, diálogos y reflexiones siguen de actualidad. Lo cual, supongo, dice mucho de König y muy poco de nuestra sociedad.


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