En 1964, la Segunda Edad Heroica de Marvel ya estaba en su periodo de consolidación. Tanto Marvel como DC habían lanzado nuevos personajes y colecciones que marcarían la dirección de ambas compañías durante los siguientes veinte años. “¡Las ideas surgían tan fácilmente!”, afirma Stan Lee de aquel periodo.
Habiendo recuperado para su catálogo a la Antorcha Humana y a Sub-Mariner, Marvel echó mano del Capitán América, el último de sus grandes superhéroes de los cuarenta. En “Los Vengadores” nº 4 (marzo 1964), el patriótico personaje fue hallado congelado en el hielo, vivo pero en un estado de animación suspendida desde la guerra. Los Vengadores lo despiertan y le añaden a sus filas. El último gran superhéroe Marvel de comienzos de los sesenta llego tan solo un mes después: “Daredevil” (abril 1964), el Hombre Sin Miedo y, de paso, también sin vista. El primer superhéroe ciego dependía en sus enfrentamientos contra los villanos de turno de su sentido radar altamente desarrollado, sentidos de una agudeza sobrehumana y agilidad acrobática.
Uno de los rasgos de estos años de consolidación del Universo Marvel fue la toma de conciencia


Tomando como base el concepto de que los ciegos compensan su discapacidad agudizando sus otros sentidos, Lee inventó para aquel primer número de Daredevil un accidente relacionado con material radioactivo (recurso omnipresente en aquella época) que dejó ciego al todavía niño Matt Murdock, pero que también aumentó de forma sobrehumana sus otros sentidos (podía escuchar los corazones de la gente o leer periódicos con sus dedos hipersensibles). Le otorgó asimismo un sexto sentido, una suerte de radar ecolocalizador que sustituía a su vista y que le permitía moverse con normalidad. Eso sí, su fuerza, velocidad, agilidad y capacidad de lucha no eran superiores a las que podría alcanzar un hombre normal sometiéndose a un duro

Pero en el caso de Daredevil el enfoque de Lee fue el opuesto al utilizado en otros héroes: en lugar de suscitar la simpatía del lector hacia el problema del superhéroe (en este caso, la ceguera), la descarada exuberancia y alegría del protagonista al recibir los poderes y convertirse en un superhéroe tuvo el efecto de hacer que los lectores se alegraran por él. Ni siquiera el asesinato de su padre –detonante de su carrera justiciera- pareció afectarle demasiado. Tampoco aceptó las

De todas formas y aunque el concepto del personaje era suyo, Stan Lee no se sintió inicialmente demasiado vinculado con él. Ello obedecía a que su creación había sido una orden directa de su


Pero también hay diferencias, la más importante de las cuales quizá sea que Matt Murdock es un hombre de éxito en muchos de los aspectos de su vida. De joven se entrenaba duramente en secreto para estar tan en forma como su admirado padre boxeador. Y aunque resulta cegado por el accidente, su ética del trabajo es tan sólida que no sólo saca adelante sus estudios sino que se convierte en el mejor alumno de la facultad de Derecho. Da la impresión de que Matt Murdock se habría convertido en un héroe aun si su padre no hubiera sido asesinado. A diferencia de ese Murdock atormentado y al borde de la

Aquel primer número, aunque no se supo ver en el momento, también situó a Daredevil en el escenario en el que mejor se desenvolvía: los bajos fondos. Su enemigo aquí es la mafia local, los delincuentes comunes. Compárese con el siguiente episodio, lleno de elementos inverosímiles, supervillanos, viajes al espacio y cameos de los Cuatro Fantásticos. Los criminales ordinarios sin equipamiento tecnológico de última generación, funcionaban mejor como adversarios de Daredevil, algo que supo ver bien Frank Miller cuando, años después, hizo de Kingping su némesis definitiva.

En segundo lugar, se presentan los dos secundarios que acompañarán al protagonista en la primera etapa y que estarían destinados, en el futuro, a jugar papeles clave en la serie. Foggy Nelson había sido compañero de cuarto y curso de Matt en la universidad y, tras finalizar los estudios, socio en un pequeño bufete. Bufete para el cual contratan a la bella secretaria Karen Page, de la cual ambos se enamoran ya en este primer número. Ese elemento romántico

De acuerdo con declaraciones de Steve Ditko, fue a él a quien inicialmente se le ofreció la posibilidad de dibujar “Daredevil”, pero la rechazó. Quizá fuera el exceso de trabajo que ya realizaba para Marvel y Charlton, quizá se dio cuenta de que podrían surgir problemas legales relacionados con la reutilización del nombre y el disfraz (posibilidad que se hizo realidad años más tarde cuando Marvel resucitó como motorista a un antiguo héroe del western, “Ghost Rider”, en 1967).

Dado que los dos pilares artísticos de Marvel, Kirby y Ditko, no estaban disponibles para la nueva serie, Stan Lee tomó una decisión un tanto peculiar: llamar a uno de los antiguos dibujantes que habían contribuido al éxito de la editorial dos décadas atrás: Bill Everett. Contemporáneo de Jack Kirby y conocido por ser el creador de uno de los personajes más populares del comic de los cuarenta, Sub-Mariner, en 1939, Everett se pasó la mayor parte de su carrera en los comics trabajando para Martin Goodman, primero cuando su compañía lució el sello Timely, más tarde Atlas y, por fin, Marvel. Tras servir en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, Everett regresó a los comics, participando en el

Pero entonces Marvel a punto estuvo de desaparecer a consecuencia de una nefasta decisión empresarial de Goodman. Siguiendo el consejo de su responsable de contabilidad, cerró su propia empresa de distribución y confió esas labores a un tercero que acabó quebrando y siendo investigado por el FBI. De repente sus comics se quedaron sin medio de distribución por el país y hubo de arrodillarse ante la distribuidora propiedad de DC que, obviamente, le cortó las alas para evitar cualquier asomo de competencia. Stan Lee se vio obligado a despedir prácticamente a toda la plantilla de dibujantes, entre ellos Everett, que encontró trabajo en el mundo de la ilustración comercial. Llevaba años desempeñando esas labores en una empresa de Massachusetts cuando Lee consiguió convencerle para que se ocupara de ese primer episodio de “Daredevil”. Quizá Everett se sintiera también inspirado por el hecho de que su hija Wendy fuera ciega…

Pero los problemas aparecieron desde el primer momento al demostrarse la incapacidad de Everett para hacer frente a las fechas de entrega. Su trabajo en el departamento de publicidad de la empresa para la que trabajaba le ocupaba catorce horas diarias, al término de las cuales tenía que regresar a casa y dibujar el comic por la noche –y ello sin contar con su problema de alcoholismo-. Era sencillamente imposible que pudiera entregar a tiempo. El número uno sufrió un retraso de varios meses y seguía sin haber fecha clara de terminación. El resultado fue que aquel primer episodio, en su vertiente gráfica, terminó siendo en realidad una labor de equipo. Otros artistas (sobre todo Steve Ditko y Sol Brodsky) tuvieron que entintar los lápices de Everett y finalizar los fondos. Un atento estudio del comic revela varias

Los problemas eran evidentes ya desde la misma portada, montada por el departamento de producción. En ella se mostraba una figura de Daredevil dibujada por Jack Kirby, una viñeta con Spiderman, otra con los 4 Fantásticos y otra presentando a los tres personajes principales. Eran demasiados elementos y parecía más el anuncio publicitario de un nuevo producto que una verdadera portada.
En aquellos años, la editorial reservaba con mucha antelación el trabajo en la imprenta; si llegado el momento no estaba el material preparado, había que pagar igualmente por el tiempo ya comprometido. Esa era la razón por la que resultaba vital que el editor pudiera confiar en que los creativos cumplieran sus fechas de entrega. Así, aunque las páginas que entregó Everett eran muy interesantes, sus problemas para finalizar en los plazos marcados impidieron su continuidad regular en el medio. Pasaría un año antes de que Everett trabajara otra vez para Marvel.
De todas formas, algo bueno salió del caos editorial provocado por Everett. Dado que éste no iba a entregar a tiempo para la imprenta, a Marvel se le presentaba un “hueco” en su reserva en la

(Continúa en la siguiente entrada)
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