“Justice In” es una miniserie protagonizada por “El Vengador”, uno de tantos justicieros que poblaron la literatura pulp de los años treinta y cuarenta. El Vengador fue creado por un editor y un director comercial desesperados por destacar en un mercado inmensamente competitivo, el de las revistas populares, gracias a un héroe que reunía rasgos tomados de otros dos personajes de probado éxito: Doc Savage y La Sombra. Así, Richard Benson, alias el Vengador, no sólo era un maestro del disfraz, sino que tenía la capacidad de moldear literalmente su rostro para parecerse a cualquier otra persona, habilidad que lo hacía ideal para misiones de espionaje e infiltración. Además, el Vengador contaba con adiestramiento en combate cuerpo a cuerpo y un equipo especializado que comprendía desde chalecos antibalas a coches trucados. Con el tiempo, a semejanza de los otros héroes mencionados, reclutó a su propio equipo de ayudantes, adoptando su asociación el nombre genérico de Justice Inc.
A mediados de los setenta, con el declive en las ventas de comics de superhéroes, DC probó

Como si intentaran hacer bueno ese dicho que reza “los viejos héroes nunca mueren”, DC les dio una nueva oportunidad a finales de los ochenta, en plena renovación editorial. La Sombra, Doc Savage, El Hombre Enmascarado… fueron presentados otra vez a una nueva generación de lectores. Y, de nuevo, El Vengador estuvo en la lista de elegidos aunque para evitar problemas legales con “Los Vengadores” de Marvel, DC lo reintrodujo como “Justice Inc”.

Helfer y Baker se trasladaron entonces al personaje pulp que ahora nos ocupa, el Vengador, en dos números en formato Prestigio titulados, como hemos dicho, “Justice Inc” y en el que incorporaron algunos de los elementos ya utilizados en “La Sombra”: política ficción y sátira para ofrecer un comic de gran calidad.
“Justice Inc” cuenta los avatares de Richard Benson durante la Guerra Fría, una vez concluida su época dorada de los años treinta tal y como había sido narrada en las revistas pulp. Tras la Segunda Guerra Mundial, el Vengador y sus hombres sólo consiguen trabajos menores e insatisfactorios. Deseando recobrar parte de la emoción y la autoestima perdidas, Benson acepta una misión del gobierno sólo para descubrir horrorizado que ha sido manipulado para cometer, aunque sea indirectamente, un asesinato. Sin embargo, cuando todos sus empleados le

Sin embargo, la tecnología y avances biomédicos que le permiten a Benson modificar su fisonomía acaban inevitablemente cayendo en manos de los soviéticos, que ponen a sus propios agentes “modificados” en juego. Es entonces cuando el Vengador descubre que toda su carrera no ha sido más que una gigantesca mentira orquestada desde el gobierno americano y orientada a servirse de sus especiales habilidades para apoyar valores que nada tienen que ver con la libertad y la democracia. Enfurecido y deseoso tanto de dañar los intereses de quienes le engañaron como de reparar el daño causado, se convierte en un agente libre que comienza a desbaratar los mimbres de la política exterior estadounidense mientras sus antiguos jefes tratan ahora de acabar con él utilizando todos los medios posibles, incluidos sus viejos amigos.

Es una obra de carácter adulto en la que se muestran sin ambages magnicidios, masacres, prostitución en nombre de la patria, corrupción, mentiras políticas… los personajes se ven manipulados, extorsionados o seducidos mediante el dinero, el miedo, el ascenso profesional, la adulación, el amor, la amistad… hasta verse convertidos en caricaturas de lo que una vez fueron. “Justice Inc” es, en definitiva, un ejemplo más del fin de la infancia heroica y anatema para aquellos rigoristas del maniqueo y optimista espíritu pulp.
Helfer siguió de esta forma la tendencia abierta por “Dark Knight” y “Watchmen”, en virtud


Aunque el protagonista es Richard Benson, Helfer deja espacio suficiente para bosquejar breve pero certeramente la situación anímica de sus antiguos empleados en la agencia, engullidos y corrompidos por las movedizas arenas éticas de los servicios secretos. El propio Benson queda retratado como un individuo no del todo cuerdo, traumatizado por la pérdida de su familia, asqueado por su misión y, al final, dominado por una enfermiza mezcla de sed de venganza y remordimiento.
Es remarcable el hecho de que, aunque hace más de veinte años de la publicación de este comic en pleno final de la Guerra Fría, hoy, en el mundo de la Primavera Árabe y los sangrientos conflictos regionales, los temas que desarrolla –sin llegar a caer en el panfleto- no hayan perdido vigencia: los peligros del relativismo moral, el otorgar más importancia al fin que a los medios, las cruzadas justas de cualquier signo, la influencia corruptora de la política y la

“Justice Inc” fue, pues, un rara avis en el mercado generalista del comic norteamericano por cuanto constituía una crítica feroz a la política de su país en la historia reciente. Ciertamente, las tiras de prensa norteamericanas habían sido tradicionalmente más valientes e imaginativas a la hora de ejercer la sátira social y política, pero en un medio como el comic book, tan enfocado aún al mercado juvenil y sujeto a las grandes corporaciones que los editaban (siempre vigilantes ante la posibilidad de que los contenidos polémicos pudieran afectar sus ventas e imagen) esa actitud combativa era muy poco habitual.
Pero también por su estilo gráfico “Justice Inc” fue –y sigue siendo- diferente. Kyle Baker opta por una solución estética poco convencional en el que el color, a base de tonos desvaídos, desempeña un papel relevante en la narración. Las figuras aparecen perfiladas por una línea negra, mientras que sus rostros son manchas blanquecinas adornadas por tenues manchas

Baker utiliza asimismo el color para bañar toda la historia de un ambiente vaporosamente opresivo. Por otra parte, utiliza casi invariablemente una rejilla de 6 a 9 viñetas por página, estructura muy rígida que contrasta con la maleabilidad de su trazo caricaturesco, casi expresionista. Es una pena que el formato de publicación no permita el disfrute pleno del arte al empequeñecer el tamaño de las viñetas.
La falta de continuidad en la publicación de posteriores peripecias de El Vengador parece ser que respondió a una cuestión de derechos. En la reciente línea “First Wave”, la editorial recuperó, una vez más, viejos héroes, como Doc Savage o Spirit, reintroduciendo Justice Inc como complemento del primero.
En definitiva, un comic de espionaje con un tono que cabalga entre lo heroico y lo kafkiano que la aparta de las revitalizaciones de veteranos personajes que por entonces llevaba a cabo DC (de hecho, más que una renovación, lo que aquí tenemos es una historia crepuscular) y en el que historia y arte se funden perfectamente.
Para aquellos a quienes les gusten los comics que desafíen las convenciones y susciten debates éticos.
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