El desplome de la industria del comic que había empezado a apuntarse en 1993, se convirtió en una catástrofe total al año siguiente. Tan rápido como las ventas se habían disparado a principios del año anterior, se hundieron a principios de 1994. Los mismos especuladores que creían que comics como "La Muerte de Superman" o los editados por Valiant e Image los harían ricos, se dieron cuenta a esas alturas de que casi todas sus inversiones no habían dado fruto alguno. A medida que esos “inversores” ponían sus miras en la siguiente moda (en este caso, los cromos no deportivos), miles de antiguos fans siguieron sus pasos.






