23 ago 2022

1981- DAZZLER (3)


(Viene de la entrada anterior)

 

Los números 18 y 19 desarrollan uno de los arcos preferidos de Fingeroth. Siguiendo con su inclinación a  relacionarse –“profesionalmente” esta vez- con grandes superhéroes y villanos, Dazzler une fuerzas nada menos que con Rayo Negro, líder de los Inhumanos, para enfrentarse al Hombre Absorbente. Éste viaja hasta Nueva York con la intención de utilizarla en su venganza contra los Vengadores tras la derrota que éstos le infligieron en los nº 183 y 184 (mayo-junio 1979) de su colección.

 

Lo que no sabe el villano es que Reed Richards le ha diseñado a Alison un minireproductor de música de alta potencia –equivalente a cinco mil sirenas de la policía- con el que puede maximizar su poder de conversión de sonido a luz. Cuando Richards le entrega el aparato (un casette magnetofónico. El MP3 aún quedaba muy lejos), Alison expresa su disconformidad. Todo el mundo la ve como una superheroina luchadora contra el crimen y para eso sirve ese invento. Pero ella no quiere más que ser cantante. Sólo la intervención de Susan Richards calma las cosas y la convence para que acepte el obsequio.

 

El caso es que Alison cede a la tentación de utilizar el reproductor de sonido durante uno de sus conciertos para aumentar su espectacularidad, deslumbrando dolorosamente al público tal es el efecto magnificador sobre sus poderes. El Hombre Absorbente, que está viendo la actuación, decide que en lugar de tomarla como rehén para atraer a sus amigos Vengadores a una trampa (recordemos que Dazzler conocía a varios de ellos desde el nº 2 de la colección), la va a obligar a darle el ingenio sónico para utilizarlo contra éstos. Ignorante de que el poder reside en ella y no en el reproductor, el Hombre Absorbente recibe una fuerte descarga lumínica de Dazzler e, inesperadamente, se transforma en un enorme ser de luz.

 

Mientras tanto, Vanessa Tooks le cuenta a Alison que ha encontrado un nuevo instructor vocal, una información que, aunque no parezca ahora demasiado importante, sí lo será en el futuro.

 

Ya en el número 19, Dazzler, consciente de la amenaza que ha creado y que ella sola no va a poder vencer al Hombre Absorbente, telefonea pidiendo ayuda a Los Vengadores y los Cuatro Fantásticos. Pero en el primer caso, Jarvis la toma por una bromista y en el segundo, no hay nadie en el Edificio Baxter. No obstante, se dirige a este último, logra atravesar sus defensas y, casualmente, activa una lllamada en el centro de comunicaciones. Quien responde es Rayo Negro, de los Inhumanos (que, por entonces, ya se habían trasladado a la Luna). Con ayuda de Lockjaw, se teleporta a Nueva York y ambos, inhumano y mutante, plantan cara al Hombre Absorbente. Las cosas no les van demasiado bien hasta que Rayo Negro elabora un plan muy arriesgado: un susurro suyo carga el poder de Dazzler a tal nivel que consigue abatir a su adversario. En el último momento, aparece Ángel –al que hemos visto en varias escenas investigando el paradero de la madre de Alison- y la salva de una caída al vacío.

 

Y hablando de la madre, las cosas están a punto de enlodarse en su vida personal porque su padre, reputado juez, está dando signos de senilidad; y también conocemos a la mencionada profesora de dicción de Vanessa, Barbara London. ¿Por qué es este personaje importante? Pues tal y como averiguamos en el nº 20, resulta ser nada más y nada menos que la madre de Alison. Y esa no es la única revelación en este episodio. Accidentalmente, aquel broche que había pertenecido a su madre se abre para mostrar en su interior las fotos de dos hombres: uno es el padre de Alison, pero el otro es un desconocido.

 

Además del impulso que cobra el folletín familiar, tras veinte números de la colección, Dazzler por fin se enfrenta a villanos musicales. En una fiesta en la casa de Hunch, irrumpen Doctor Sax y Johnny Guitar (cuyos nombres derivan, respectivamente, de una novela de Jack Kerouac y una película de Nicholas Ray), dos antiguos compañeros de banda del anfitrión, Marx y Beefer, antes de que les pillaran robando en la oficina del manager. En el rifirrafe resultante, Doctor Sax perdió la vista por un soplete de acetileno y ambos acabaron en prisión. Sin embargo, tras cumplir sus penas, Techmaster les equipó con nuevos instrumentos-armas. Doctor Sax, con su saxofón, puede sumir a quienes le rodean en sus peores pesadillas; las vibraciones de la guitarra de Johnny destrozan objetos. Aunque Dazzler revela sus poderes salvando a sus compañeros, éstos le juran guardar el secreto.

 

El nº 21 (noviembre 82), coronado por una portada muy llamativa con una fotografía retocada, tiene una extensión doble, como corresponde a la importancia de la historia. Y es que aquí, finalmente, se revela la historia de los padres de Alison. Como ella, su madre Barbara había sido cantante. Mientras Carter terminaba sus estudios de Derecho en la facultad, ella le sostuvo económicamente con sus actuaciones. Sin embargo, tras el nacimiento de Alison, él dio por hecho que ella dejaría el mundo del espectáculo, algo a lo que, claro, Barbara no estaba dispuesta. Esta diferencia de opiniones causó tensiones en el matrimonio y ella acabó enamorándose de otro músico, Nick Brown (cuya foto estaba también en el broche). Barbara dejó a Alison con su padre y se entregó con Nick a una vida de drogas y alcohol. Esa es la razón por la que Carter siente un odio tan profundo por los músicos y no quería de ninguna manera que Alison siguiera los pasos de su madre.

 

Mientras Carter revela todo esto a Alison, que se niega a creerlo, Barbara le cuenta a Vanessa que ella y Nick tuvieron una hija. Lo abandonó cuando él, primero la engañó y luego empezó a pegarle. Y aunque nunca ha tenido coraje para conocer a Alison, siempre ha seguido de cerca su carrera como Dazzler (de hecho, mantiene en su casa una habitación llena de recortes y fotos de ella; estancia cuyo descubrimiento por parte de Vanessa obliga a Barbara a contarle todo lo anterior).

 

Entretanto, un promotor de aspecto chulesco se reúne con Harry para ofrecerle que Dazzler actúe en una gala benéfica en el Carnegie Hall. Ella podría invitar a todos sus amigos superhéroes, lo que atraería mucha atención y mejoraría los donativos. Y, efectivamente, la noche del concierto, hacen acto de presencia algunas de las personalidades más importantes de la comunidad superheroica neoyorquina: los Cuatro Fantásticos, los Vengadores, Daredevil, Powerman y Puño de Hierro, Quasar y Spiderman. También acuden su padre y su madre. Alison se reconcilia con él y se reencuentra con ella por primera vez desde que era una niña pequeña. Inspirada por esos sentimientos, realiza la mejor actuación de su carrera.

 

Un número, por tanto, que es todo drama familiar y nada de acción superheroica y que termina con Alison celebrando su éxito rodeado de sus amigos y familia. Este enfoque no solía ser nada habitual en los comics de superhéroes: un número extra donde no hay ni una sola pelea ni un solo momento de acción y suspense. Según declararía Fingeroth: “Para mí, lo atractivo de los comics de superhéroes siempre han sido los elementos de interés humano tanto o más que la acción. El personaje tenía una pugna interior entre su sueño de ser cantante y su padre esperando que fuera abogada. Me hubiera sentido incómodo de no haber convertido estos conflictos interpersonales en parte de las historias”.

 

Pero claro, “Dazzler” es, después de todo, un comic de superhéroes y no podía alejarse durante mucho tiempo de sus parámetros. Así que la acción regresa en el siguiente episodio, el 22, en el que Dazzler y el Ángel se enfrentan a otros mutantes: Mística, Destino y Pícara, quienes pretenden vengarse de los X-Men. Un número convencional y bastante decepcionante tras la intensidad emocional del anterior. A nivel personal, Dazzler graba su primer single en un estudio y conoce a su medio hermana, Lois London.

 

El número 23 (enero 83), se abre con Alison despertándose en su apartamento por el olor a humo. El edificio está ardiendo, pero no se trata de un accidente corriente sino de un atentado provocado por un mercenario, Llama, que se enfada bastante cuando ella frustra sus planes. Creyendo que las responsables podrían ser las tres mutantes del número anterior, Alison sigue el consejo de Warren Worthington y llama a los Héroes de Alquiler, Power Man y Puño de Hierro, para que la protejan, ya que está harta de tener que pedir ayuda a otros superhéroes cuando los superproblemas se interponen en su camino. Y justo a tiempo, porque en cuanto acaban de cerrar un precio, el estudio se incendia y los dos héroes mercenarios han de esforzarse para evacuar a todos los presentes. Llama secuestra a Dazzler, pero ésta consigue derrotarlo. Sin embargo, no despide a Power Man y Puño de Hierro porque está convencida de que Pícara sigue tras ella para vengarse. Y, efectivamente, eso es lo que sucede en el número 24. La mutante demuestra ser un hueso muy duro de roer, pero tras mucha lucha (con varios interludios en los que se tocan otras subtramas de índole personal de Alison, entre ellas los extraños desmayos de su hermana Lois), detiene su campaña de venganza al enterarse de que los X-Men murieron en el espacio (al menos eso es lo que se creía entonces, porque los mutantes andaban muy liados con la saga de El Nido).

 

El número 25 (marzo 83) es un fill-in escrito por Steven Grant y dibujado por Mark Bright y Danny Bulanadi, en el que Dazzler se enfrenta a un fan trastornado que se torna violento cuando ella rechaza sus intentos de aproximación. Y el 26 es el último escrito por Danny Fingeroth, que empieza a profundizar en el pasado de Lois. En el camino de vuelta a casa tras uno de los conciertos de Dazzler, aquélla sufre el asalto de un delincuente. Cuando se intenta defender, su mano empieza a humear y brillar y, al tocar a su agresor, éste muere. ¿Podría ser ella también una mutante? Al enterarse, Alison decide que deberían salir de la ciudad cuanto antes hasta averiguar más; una idea muy acertada teniendo en cuenta que Henry Peter Gyrich, a cargo del programa gubernamental de caza de mutantes, lee en el periódico sobre la muerte del atracador y decide investigarla.

 

Alison y Lois tratan de pasar desapercibidas pero no es fácil porque la fama de la primera enseguida atrae a grupos de fans. Se esconden en un hotel y los poderes de Lois se manifiestan de nuevo cuando accidentalmente mata a un gato que la araña. Alison se tiñe el pelo, cambia su vestuario y las dos continúan su viaje sin destino a bordo de un autobús.

 

(Continúa en la entrada siguiente

 

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