(Viene de la entrada anterior)
También en el aspecto puramente narrativo cabe destacar el truco que Simonson –o quizá fuera su rotulista John Workman- utilizó para facilitar la integración de dibujo y texto en la lectura. Muchos son los que leen los comics prestando atención a los textos y mirando sólo de pasada los dibujos. Simonson solucionó ese problema colocando globos de diálogo en la parte inferior de las viñetas, a menudo conectando los de un cuadro con los del siguiente. Para que la lectura tuviera sentido, era necesario no sólo leer el texto que pudiera estar situado en el extremo superior sino deslizar la mirada por el dibujo hasta los textos inferiores.
Los números 341 a 343 narrarían la batalla de Thor contra el dragón gigante Fafnir, llegado a la

Otro de los propósitos –y aciertos- de Simonson fue otorgar un papel importante a los personajes secundarios, particularmente los asgardianos. En esta ocasión conocemos a Lorelei, la hermana menor de Amora la Encantadora –y cuyo aspecto físico se inspiraba en Deborah Harry, la sexy cantante del grupo pop Blondie-. La bella “joven” se convertía en el centro de un subargumento en el que asumía la

Entre los números 344 y 348 se desarrolla la saga de Malekith y el Cofre de los Antiguos Inviernos. Lo primero que hace Simonson una vez bien asentado en la colección y dispuesto a cortar las ataduras con el pasado, es darle otra identidad humana a Thor. Así, eliminó tanto a Donald Blake, el débil alter-ego de Thor en la Tierra, como a su interés romántico, Jane Foster. Simonson consideraba que ambos eran personajes aburridos y con escaso potencial. Dado que la identidad de Blake había sido un castigo de Odín para que Thor aprendiera humildad y que esta lección había sido más que superada tras enfrentarse a Bill Rayos Beta ya no había razón para mantener aquélla.
En cualquier caso, el hechizo que permitía a Thor transformarse en Blake y viceversa fue


Simonson empezó exagerando sus características ya establecidas con anterioridad, convirtiéndolo en un individuo depresivo que ha engordado veinte kilos y dejado de ser la encarnación de las mejores virtudes del guerrero asgardiano. La misión encomendada por Odín será para él una suerte de cura a través del sufrimiento, las pruebas y los peligros que le devolverán su antigua figura esbelta y la confianza en sí mismo. Este viaje también reactivará su irregular y difícil relación con la reina Karnilla,

Reaparece también un antiguo villano de la colección, el elfo oscuro Malekith, gobernante del reino de Svartalfheim, quien le da al número 345 un tono de fantasía inusualmente oscura y violenta. Este villano, aliado con Surtur, pone en marcha un plan que comienza con el asesinato de varios humanos relacionados con un objeto mágico cuya posesión él anhela: el Cofre de los Antiguos Inviernos, que pretende utilizar para desencadenar terribles tormentas de nieve que asolen la Tierra. Un hombre llamado Eric Willis y, más adelante, su hijo Roger, han actuado como los guardianes del Cofre, una responsabilidad a cambio de la cual reciben el don de no envejecer. Tras la muerte de Eric, Thor y Roger se dirigen a una desierta región de Inglaterra para rescatar a Melodi-Lorelei, que había sido secuestrada por Malekith para atraer al asgardiano.

Al final del nº 347, ambas líneas argumentales se fusionan. Malekith se prepara para abrir el Cofre mientras el ejército de Surtur se apresta a atacar Midgard. Aunque en el episodio siguiente Thor y Roger consiguen derrotar al elfo oscuro, sus esfuerzos son ya en

La primera gran saga de la serie, “La Balada de Bill Rayos Beta”, había servido de introducción a lo que Simonson quería hacer con el personaje, pero fue la titulada “Ragnarok & Roll”, entre los números 349 a 353, la más épica de todas las historias escritas por el autor durante su estancia en la colección. El propio Simonson ha afirmado repetidas veces que Thor fue su primer “amor” en los comics, la colección que le unió al medio y para la que, además y antes de comenzar su carrera profesional propiamente dicha, imaginó y dibujó parte de un posible Anual que prefiguraba la Guerra de Surtur, pero que abandonó consciente de que se trataba de un material para el que sus habilidades artísticas no estaban aún a la altura. Quince años después, había llegado el momento de recuperar la idea y darle forma definitiva.
A estas alturas, Simonson ya había demostrado su pericia a la hora de ir acumulando suspense número tras número, mes tras mes, planteando y resolviendo tramas al tiempo que insertaba recordatorios de la amenaza que iba cerniéndose

El primer episodio de la saga servía como preludio de la guerra y se presentaba como un flashback al que Odín recurría para ilustrar a Thor y Balder acerca de la inmensidad del desafío que debían enfrentar. Odín ya había luchado contra Surtur en el pasado y sólo consiguió vencerlo a costa de sacrificar las vidas de sus hermanos. Es un capítulo tan épico como emotivo y que sirve para acumular aún más tensión de cara a la guerra que, por fin, estalla en el 350.
La invasión de la Tierra por parte de una horda de demonios era algo de suficiente envergadura como para que Simonson pudiera introducir a otros héroes del universo Marvel que lucharan codo con codo con el panteón asgardiano y Bill Rayos

Simonson fusiona con acierto el mundo moderno con la mitología nórdica, mostrando espectaculares imágenes de los ejércitos asgardiano y norteamericano luchando junto a los Vengadores y los Cuatro Fantásticos contra hordas

Así, mientras el ejército de Surtur mantenía ocupados a los guerreros asgardianos en la Tierra, el propio demonio llegaba a las puertas de una Asgard desierta dispuesto a sumergir su espada en la Llama Eterna que se custodia en el corazón de la ciudad y luego usarla para incinerar los Nueve Mundos. Sólo Odín le esperaba para hacerle frente tras haberse despedido emotivamente de su esposa Frigga, quien se marchó con los niños de la ciudad para llevarlos a lugar seguro.
La derrota de Surtur se consiguió gracias a una ayuda inesperada: la de Loki. Después de que

El tratamiento de Loki a lo largo de toda su etapa fue otro de los aciertos de Simonson. Es un dios de Asgard con un poder inmenso –aunque no en forma de fuerza bruta, como Thor- y un valor notable que sólo muestra cuando es necesario, por

Finalmente, el trío de dioses tuvo éxito en su desesperada resistencia y Surtur fue rechazado, pero no sin que Odín desapareciera junto a él tragado por el abismo de Muspelheim. Mientras tanto, los esfuerzos de los Vengadores y las fuerzas asgardianas lideradas por Bill Rayos Beta y Sif consiguen rechazar las hordas de Surtur. Se ha especulado con que esta idea del ataque masivo de fuerzas extraterrestres contra Nueva York con sólo los Vengadores para hacerles frente fue reconvertida por Joss Whedon para el guión de su primera película de Los Vengadores. Desde luego, las coincidencias son notables.
Los siguientes dos números, 354 y 355, fueron una especie de epílogo a la Guerra de Surtur;

El siguiente número, el 355, supone una suerte de alto en el camino, un episodio en el que la reflexión y el drama familiar tienen más importancia que la acción pura y dura. Thor es rescatado de una avalancha por un misterioso hombre que no sólo le devuelve la salud sino que le sana el espíritu. Los lectores se enteran al final de que se trata de Buri, el abuelo de Thor, si bien éste nunca llega a descubrir su identidad. Mientras tanto, en la Tierra, vemos cómo Sif le confiesa a Bill Rayos Beta que aún está preparada para abandonar Asgard, una revelación

La desaparición de Thor se convierte entonces en el principal motor argumental, ya que Loki desea aprovechar la ausencia de su hermano para hacerse con el trono de Asgard, una ambición que, tras un número fill-in no realizado por Thor y ajeno a la trama principal (356, por Bob Harras, Jackson Guice y Bob Layton), tratará de hacer realidad entre el 357 y el 359. Aunque el subargumento de Lorelei había pasado a un segundo plano a raíz de la guerra contra Surtur, la joven asgardiana sí se convirtió en una pieza clave del nuevo plan de Loki para conquistar el poder. Pero las maquinaciones de ambos fueron descubiertas finalmente por los héroes de Asgard y Thor recurre a un ingenioso truco para obligar a Loki a liberarle del hechizo de Lorelei.
(Continúa en la siguiente entrada)
Hasta ahora no había caído en que el diseño de Fafnir cita a Godzilla. Este Kirby...
ResponderEliminarDecíamos el otro día que las historias de Simonson para el Thor marvelita no son muy allá. Y es cierto. Lo bueno de este guionista es como revitalizó y distinguió a unos personajes que apenas habían cambiado en 20 años. Su mejor trabajo en este tema lo hizo con Balder y Loki, que dejaron de ser clichés para ser personajes originales e interesantes, lástima que nadie haya sabido seguir en esa línea, pero el que hizo en todos los demás, Thor, Sif, Lorelei, Kurse, los 3 guerreros... no es moco de pavo. Todos gracias a él ganaron en entidad y parecieron reales. Desde Simonson Volstagg no es el mismo. Creo que eso es lo sobresaliente de este autor. Por otro lado aunque escribiendo historias no es bueno, hay que reconocer que tuvo muchas buenas ideas. En fin, el Thor de Simonson es la típica historia de superhéroes que sólo alcanza sentido conociendo lo anterior y lo posterior. Fuera de contexto sus valores se pierden.
Como habrás ido leyendo en la entrada, estoy de acuerdo con lo que comentas... No es que sea muy fan de Thor y lo único que conservo en mi colección es el material de Kirby, este de Simonson y la etapa de Straczynski, que comentaré en otra ocasión... Un saludo.
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