1988- LA ENFERMEDAD DEL SUEÑO – Jose María Beroy

Sin duda una de las grandes obras del autor catalán, está compuesta de siete historias completas e independientes a todo color –primera y afortunada incursión de Beroy en este campo- prepublicadas previamente (“Zona 84”, “Totem”) unidas por otro relato alternativo paralelo, en blanco y negro, realizado expresamente para la edición en álbum. Estas planchas nuevas no están hechas al azar para completar el número reglamentario de páginas del volumen, sino que son nexos de unión que confieren una mayor intensidad a la totalidad de la narración. En efecto, el color marca el contraste entre realidad y fantasía, entre vigilia y sueño. El color brillante, vivo, de las historias cortas se contrapone al blanco y negro de las imágenes que representan la apagada y monótona “vida real”.
Quien se acerque a “La Enfermedad del Sueño” esperando encontrar una historia apasionante o un relato de misterio absorbente quedará decepcionado. Porque el experimento de Beroy no es otra cosa que encadenar una sucesión de anécdotas gráficas, retazos de historias sin principio claro ni final definido que brillan y se desvanecen en un instante sin solución de continuidad. Al igual que ocurre con las ensoñaciones de una noche de pesadilla, cada fragmento onírico posee su propia personalidad, independiente del resto.

El componente onírico (recurrente en la obra de Beroy) se funde con temas de tinte ecologista en marcos de ciencia-ficción, homenajes a Kafka y Edgar Allan Poe –las influencias de maestros de la fantasía y el terror con otra constante en su trayectoria-, divertimentos narrativos sin trascendencia o pura y simple fantasía, desarrollados en escenarios futuristas, paradisíacos o incluso surrealistas. La excelente utilización del color y una destacable limpieza narrativa dan como resultado un álbum coherente y espectacular, habiendo intervenido personalmente Breoy en todos los pasos que acompañan a la preparación y adaptación de la obra en álbum.